martes, 19 de julio de 2016

LA TIENDA DE PACO PARIS


Con una brisa tibia del Burbia y con la palidez del amanecer en la tienda de Paco Paris, el aguardiente levitaba  entre los labios secos y las voces duras de los parroquianos. Eran aquellos tiempos duros en los que el aguardiente con el pan de centeno servía de tentempié cada amanecer, mientras Marchena en la puerta con redoble de tambor y de parte del señor alcalde desgranaba el bando, dejando entre pausa y pausa las bondades de las sardinas en aceite de la tienda de Paco Paris.  

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